12 abril, 2012

Chevrolet y Ford muestra sus nuevos autos policias

A partir de 2011 los departamentos de policía de Estados Unidos contaron con una nueva herramienta para combatir el crimen, el Chevrolet Caprice Police Patrol, y el Ford Taurus Police interceptor, ambos diseñados como patrullas de carretera y con plataformas reforzadas para soportar las vicisitudes de la labor policial.


A diferencia de otros autos de policía en el mercado, el Chevrolet Caprice no se basa en otros modelos civiles vendido en América del Norte. Se ha desarrollado en áreas clave específicamente para el servicio de policía, con modernos equipos y características. El Caprice PPV (Police Patrol Vehicule) cuenta con un potente motor V8 de seis litros y 355 caballos, asociado a una caja automática de seis velocidades, y un completo sistema informático de a bordo, con una enorme pantalla táctil en la consola central.

Este vehículo de patrulla ha sido equipado con toda la tecnología necesaria para que los policías realicen su labor y para garantizar que resiste las persecuciones más complicadas sin que se produzcan problemas, incluyendo llantas con tuerca central, entradas de aire específicas para refrigerar la dirección y la transmisión, frenos deportivos, suspensiones reforzadas independientes, control de estabilidad.


A parte de todo el equipamiento que se incluye de serie se podrá configurar opcionalmente con algunos extras como luces de emergencia adicionales, un sistema de bloqueo de las puertas y las ventanillas traseras y por último un kit especial para “ocultar” este Chevrolet Caprice PPV haciendo que parezca un vehículo de calle, ideal para trabajar de incógnito.


Por el contrario al caprice el Taurus es un auto de tracción delantera, una gran berlina que podrá equipar un 3.5 V6 Duratec de 263 CV - asociado a tracción delantera o total – o bien un 3.5 Ecoboost, que monta el Taurus SHO. La potencia es de 365 CV y el par máximo cercano a los 500 Nm, sólo puede ir acoplado a un sistema de tracción total. Por si acaso alguien lo dudaba, la transmisión de estos dos vehículos es invariablemente automática, de convertidor de par y con una palanca de cambios montada en la columna de la dirección.


Los frenos tiene un diámetro superior a los de los Taurus estándar y un 20% más de resistencia al calentamiento. La suspensión tiene una mayor durabilidad y está probada para un uso exigente con incluso escapadas del asfalto. Otras mejoras mecánicas comprenden una batería de 24 voltios y un alternador de alta capacidad. Este alternador suministra energía – técnicamente carga la batería – a las luces estroboscópicas y a los diferentes sistemas electrónicos del auto: cámaras de grabación, radios, el computadora de a bordo conectada a una base de datos, etc. La vida adentro será mas cómoda gracias a unos asientos más grandes de lo habitual, con huecos para los habituales cinturones de policía cargados de todo tipo de “herramientas”. También llevan una placa de blindaje en la parte trasera para evitar apuñalamientos.


El espacio trasero es más grande que el de su antecesor el crown victoria y está completamente aislado de la parte delantera. Los asientos son de un material fácilmente lavable, un manguerazo y todo arreglado.


En fín, según General Motors y Ford sus nuevas máquinas se convertirán en una de las herramientas más eficaces para las fuerzas de seguridad.

Información y fotografías cortesía de Diariomotor.


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