Uno pensaría que después de construir siete Dodge Challengers, Scott Shanks se quedaría tranquilo descansando y disfrutando de sus trabajos, pero en realidad casi termina en la casa del perro cuando trajo a casa el número ocho, un convertible 1970.
Sorprendentemente, recibió la bendición por parte de su familia a un proyecto de automóvil que antes era, literalmente, la casa de un perro. Scott lo había estado tratando de rescatar desde hace muchos años del garaje de un amigo, un vendedor de piezas que finalmente, en 1997 se rindió y así el Challenger fue remolcado a casa de Scott.
El proyecto se detuvo durante una época en que la familia se mudo a un estado diferente. Pero durante ese tiempo scott aprovecho para pensar la manera mas acertada de restaurar su challenger. Pinto el auto amarillo racing del Dodge Viper, instalo un motor de última generación 5.7L Hemi con una transmisión T56, por supuesto una suspensión Racing para lograr mas agarre y control del auto así como una disminución de la altura y para finalizar rines de 18 pulgadas con cauchos Nitto perfil bajo. Hoy en día, con la restauración y las modificaciones completas, Scott conduce su convertible casi a diario y feliz comenta que posee una gran economía en combustible y una ilimitada diversión.
Información e imágenes cortesía de: www.hotrod.com
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